viernes, 24 de diciembre de 2010

La familia de mi pareja me odia

Por Alejandra Stamateas 

Hay un dicho popular que dice, no te casás sólo con tu pareja, te casás con toda la familia. Recordás cuando vos querías engancharte a tu marido, ¿qué le decías a tu suegra? ¿Cómo la llamabas? Le decías “mamá”, le decías, “ustedes son como padres para mí”. Porque vos te querías congraciar, vos no te la bancabas, no la soportabas, pero como te gustaba el hijo, te congraciabas con la suegra, diciéndole: “mamá” y ahí aparecen una serie de conflictos, especialmente cuando ya te casaste, de los padres metidos, de la competencia entre la suegra y la nuera, ¿quién le hace mejor la comida?

¿Quién le plancha mejor la ropa? ¿Quién lo atiende mejor?, diferentes estilos de vida, religiones, costumbres, fiestas que unos hacen y otros no hacen, cuánto tiempo pasa cada uno con su familia, porque tal vez ella le dice, vos estás mucho tiempo con tu familia o él le dice: vos estás mucho tiempo con tu mamá y me desatendés a mí para hablar con tu madre, o si te prestaron dinero, o lo peor de todo, vivir en la misma casa de los suegros. ¿Cuántos tuvieron esa experiencia? De decir: van a ser los primeros meses y eso duró mucho tiempo. El casado, casa quiere. Vamos a ver algunos errores que cometemos para que se produzca esta situación para que se produzca ese odio, esa bronca y éste no pueda ser sanado.


El primer error es que cuando estamos en pareja, antes de comprometernos, antes de ir a vivir juntos, generalmente no se habla de éste tema, nos llevamos mal, hay ciertas cosas que no nos gustan de la familia de nuestra pareja, o la familia de nuestra pareja, nos trata mal ya de entrada, nos hacen la guerra, la vida imposible, pero no se habla de esto en pareja, o sea, cómo vamos a solucionar este tema. Se sigue viviendo la relación de pareja pero no se encuentra, o no se busca en pareja una solución, y vos ya estás viendo que hay bandera de peligro, pero sin embargo no se encuentra una solución y se piensan que las cosas cambiarán por sí solas. Este es otro de los grandes errores, cuando nos casemos, la cosa va a cambiar, va a ser diferente, yo voy a tomar la autoridad y esto no va a pasar más; Eso es una mentira, como las que tienen problemas de pareja y dicen: el día que nazca nuestro hijo, las cosas van a ser diferentes, eso es otra mentira.

No vivas de mentiras, decite la verdad.

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