Te quiero tanto que si te vas, cierto es que te echaría de menos, sé que has de estar enojado con los políticos que ya ni te mencionan como promesa de campaña, y es que claro, como dijo el presidente una vez: tú ya no sumas votos. Te quiero tanto que hasta te siento como parte de mi dominicanidad. Cuántos besos robados han sido posible gracias a ti, aunque a decir verdad, también muchos robos de carteras. Pero que va, yo ni el resto del pueblo le damos ya mente a eso, y es que sin ti, apagón, no existiría el dominicano moderno, aquel bicho ostentoso, único en la especie que se alegra si a Albert Pujols le dan un contrato multimillonario mientras maldice al vecino que progresa en sus narices.
Todo un huacal
Tú, apagón, que has fomentado la existencia de tantos y tantos teóricos frustrados, gente que al no poder ver sus peliculitas se dedicaron a pensar con el estómago vacío y ya ves que vamos por el hombre del nivel y quién sabe qué otro bicho raro ande por ahí hablando del imperialismo en plena post modernidad.
Gracias a ti, apagón, muchas familias han podido mantener sus botellas en la otrora Corporación Dominicana de Electricidad con el pretexto de que eran necesarias para acabar contigo cuando en verdad todos los allí metidos por Radhames Segura mantenían junto a ti un secreto maridaje. Oh, apagón, eres como la muerte, pues gracias a ella podemos apreciar mejor la vida, gracias a ti, el dominicano es el bicho sobre la tierra que mejor estima y anhela la luz.
Rompes con los tabús
Gracias a ti, descubrí que no había cuco en la oscuridad, que en la capital también hay grillos y que el dominicano es un pajarito bien necio pues ya desde el Génesis Dios había sentenciado que se haga la luz. Parece que aquí nos hemos fiado del dicho que reza «El que ríe de último ríe mejor».
Aunque a veces pienso que no necesariamente hay que reír de último para tirar la mejor carcajada, pero que va, yo sin ti, no conozco a mi país, esa es la verdad. Lo único que me gustaría de ti, es que termines tu maridaje con las distribuidoras pues ese conciliábulo nos está saliendo muy caro, mira lo tanto que te queremos que a decir verdad no pagamos por la luz, sino por ti. Por cierto que estos son tiempos de campaña y están prometiendo luz 24 horas, pero que va, desde aquí puedo escuchar tus carcajadas.
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